Han pasado 20 años desde que el WonderBra –el exitoso brasier con aro que ganó prominencia mundial en la década de 1990– democratizó el escote y solucionó complejos tras la inclusión del ‘push up’.
Este desarrollo de la industria de la moda y la ropa interior femenina evidenció la necesidad millones de mujeres de realzar su busto, sin importar el tamaño; de contar con alternativas para levantarlo y destacarlo que no implicaran someterse a cirugías o tratamientos; de tener resultados inmediatos no invasivos.
Como soluciones surgen entonces las copas prehormadas, en silicona, independientes, los sistemas de cintas, entre otros, que se han convertido en imprescindibles porque ponen todo en sus lugaren cualquier ropero femenino.
Copas prehormadas y en silicona
Son brasieres que se adhieren a la piel. Están aquellos con copas en espuma prehormada, capaces de levantar y centrar el busto. Los hay con aro o varilla que da gran soporte y admite bustos pesados (hasta talla 38), y los hay sin aro que pueden dar soporte si cuentan con una base amplia, suave pero compacta.
De igual manera están también los brasieres en silicona, ligeros, de color piel, muy discretos, que se fijan donde desee la usuaria, que levantan y –gracias a su broche central- también centran los senos.
Estas opciones son ideales para lucir escote en la espalda, pero funcionan mejor siempre que no se tenga demasiado pecho por cuestiones de peso.
Copas adhesivas independientes
Es un modelo muy ligero, las copas adhesivas en espuma ofrecen buena sujeción, levantan los senos (no los unen), se ajustan perfectamente al pecho y son muy livianas. Funcionan para senos grandes siempre que la base de la copa sea amplia. En el mercado se pueden encontrar de espuma y algunas se adhieren también al vestido manteniéndolo en su sitio.
Sistemas en micropore. (Push up invisible)
Conseguir un efecto ‘push up’ sin llevar sujetador ya no es imposible, y se logra gracias a bandas autoadhesiva en micropore -en forma de herradura- que levantan el pecho y mejoran su apariencia.
Son muy discretos, seguros y cómodos. La base de la herradura se pega alrededor del pezón y antes de colocar la parte superior se tira del pecho hacia arriba para levantarlo. El paquete incluye protector de pezón. Otros incluyen bandas para colocar alrededor de los senos
Existen otras alternativas que, aunque no son brasieres ni sistemas de soporte para el busto, han despertado el interés en el mundo femenino.
Uno de ellos es el adhesivo de doble cara -una cinta hipoalergénica de 3 mm adhesiva y casi invisible- empleado para que el vestido no se mueva en la zona del escote; y un pegamento para pecho, un ‘roll-on’ que –según la promesa de los fabricantes del producto- se aplica sobre la piel y que luego de colocarse el brasier y esperar un minuto, da tal firmeza a los senos que quedan con la forma que lograron con el brasier puesto.
Con información de www.divinity.es