El brasier, la prenda interior más femenina que existe, en sus más de 100 años ha mostrado una evolución constante y encantadora, muy a la par y en sintonía con el modo de vida de las mujeres en cada etapa de la historia.
La modificación que en 1889 hizo la francesa Hermine Cadolle, del corsé -separándolo en dos partes- desembocó en los primeros patrones de la prenda realizados en 1907 por el modisto parisino Pierre Poiret, y finalmente en la patentación del naciente brasier, por parte de la norteamericana Mary Phelps Jacobs quien lo llamó entonces, Backless Brassiere (corsé sin espalda).
Vinieron luego los sistemas de varillas –más cómodos que los corsé pero finalmente rígidos-, las telas densas, muchas que acaloraban; los distintos sistemas de cierre, los nuevos materiales como el Nylon que dieron giros importantes a la producción industrial de sujetadores, los desarrollos para dotarlos de funcionalidad a la expectativa de la mujer moderna y su vertiginoso ritmo de vida.
Hoy, el abanico de posibilidades se abre a opciones llenas de color, frescura, versatilidad y libertad. Están los brasieres livianos, transpirables, coloridos, higiénicos y adhesivos; una generación libre de tirantes y aliado de las prendas ligeras que revelan el poder femenino, poder que exalta Isabella Internacional S.A.S, en cada una de sus creaciones.